“No hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”. A más de dos años del inicio de la pandemia, la cual planteó la necesidad de acelerar la transformación digital de las empresas, sabemos que no solo es importante escalar lo antes posible a la nube, sino que es indispensable hacerlo con planeación y estrategia, teniendo en cuenta la visión a mediano y largo plazo de la compañía, así como la correcta capacitación y alfabetización de este nuevo lenguaje que la nube representa para toda la organización.
Actualmente, la mayoría de los negocios saben que operar en la nube es el futuro, pero pocos entienden realmente que la nube es la llave maestra para acceder y desbloquear el potencial de otras tecnologías. ¿Cuándo es el mejor momento para migrar a la nube? ¿Por dónde empezar y con qué proveedor? ¿Qué factores se deben tomar en cuenta antes de comenzar? En los últimos años, Accenture, la compañía global de consultoría estratégica y servicios tecnológicos, se ha dedicado a estudiarlo a detalle.
El estudio Tech Vision 2021 reveló que nada más y nada menos que el 44% de los ejecutivos de América Latina preveía escalar a la nube durante ese año. Además del interés por tecnologías como la ciberseguridad, el 41% también contempló la inteligencia artificial y el internet de las cosas. En países como Colombia y México, el porcentaje fue considerablemente mayor, con el 66% y el 62% apostando por la nube, respectivamente.
Los primeros pasos
Primero que nada, es necesario contestar la pregunta más elemental, ¿qué es la nube y por qué es conveniente migrar a ella? La nube es una red de servidores remotos conectados a internet que, si bien su función es almacenar y procesar datos, también permite implementar tecnologías digitales avanzadas como el aprendizaje automático y el internet de las cosas. En otras palabras, además de hacer que tu negocio sea más eficiente y flexible, es la entrada a nuevos modelos de negocio.
Si bien esto puede parecer muy atractivo, el implementarlo sin estrategia y sin una hoja de ruta podría ser más costoso, tal y como señala el informe de Accenture “La nube es el imperativo urgente: Maximiza su valor”. Antes de comenzar, la empresa debe tomar en cuenta los objetivos del negocio, sus necesidades tecnológicas específicas, qué áreas serán las de mayor impacto, cómo cambiará el negocio a partir de ello, los factores financieros, qué es lo que espera lograr, entre otras consideraciones. Todo ello determinará la forma y la velocidad para hacerlo. Por ello, se recomienda que la estrategia se realice, desde un inicio, con una visión a largo plazo.
Por otro lado, cuando Accenture señala que “la nube es la madre de la reinvención de los negocios”, se refiere a que, al aprovechar los datos aplicando tecnologías como la inteligencia artificial y analítica, es posible no solo simplificar procesos, sino innovar. Pero, para llegar a este punto, es necesario desarrollar servicios y aplicaciones reconfiguradas para la nube, es decir, que sean específicamente diseñados para este entorno. Solo cuando la empresa decide sumergirse completamente en este nuevo lenguaje y aprende a beneficiarse de él, puede llamársele nativa. Sin embargo, esto requiere tiempo y, por supuesto, el apoyo indicado de hiperescaladores como Amazon Web Services (AWS), Google, IBM y Microsoft Azure.
El elegir con qué hiperescalador trabajar es una decisión importante, considerando que será una relación que prevalecerá por mucho tiempo. Por ello, es recomendable que, de manera anticipada, la empresa tenga visibilidad de lo que desea o podría llegar a requerir en términos de innovación. En palabras de Basha Pillay, CEO de Poprush Cloud & Consulting, quien participó en el Retail Value Chain Event organizado por GK África: “Cuando se trata de elegir entre los hiperescaladores, empezarás a notar un poco de complejidad a medida que se consumen servicios a través de múltiples proveedores de nube, y en cómo vas a gestionar múltiples hiperescaladores dentro de un único entorno. Por lo tanto, un aspecto a tener en cuenta es la organización y la gestión de los distintos proveedores de la nube para aprovechar la innovación y los servicios que aportan.”
Más allá de la nube
Para Pillay, las empresas deben aprovechar todo el valor y la capacidad de lo que hay en la nube, es decir, ir más allá de la idea de que escalar significa simplemente trasladar los datos para que otro se encargue de ello. “El verdadero valor radica en cómo se aprovechan los mejores servicios, es decir, los que están por encima de los demás, como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y algunos servicios de analítica de video. Todo ello se centra en los datos y en cómo los utilizas, y más aún en cómo aprovechas estos servicios dentro de tus aplicaciones, plataformas y sitio web”.
Por su parte, Hiren Bhoola, Líder de Servicios de Nube Híbrida en IBM, Sudáfrica, señala que es necesario comprender cuáles son los diferentes componentes que implica el llevar a cabo una verdadera transformación digital. “La nube es una plataforma y, sin ella, no podrás aprovechar las tecnologías exponenciales como el internet de las cosas, el edge computing, los flujos de trabajo inteligentes que ofrece la inteligencia artificial, la automatización robótica de los procesos y, lo que es más importante, la base de datos que se sitúa en la plataforma de la nube. Cuando te embarques en el viaje, no pienses únicamente en la plataforma de la nube; tendrás que pensar en todas las diferentes capas que tienen lugar en esa plataforma para asegurarte de que realmente seguirás esa hoja de ruta de la transformación digital.”
Ahora más que nunca
Hoy en día, nos encontramos en un momento histórico clave en el que, además de los desafíos que plantea el cambio climático, la revolución tecnológica está transformando la forma en que nos comunicamos, compramos, hacemos negocios e incluso apreciamos y nos apropiamos del mundo. Por ello, las empresas que no estén a la vanguardia tecnológica podrían verse seriamente amenazadas por compañías que sí estén invirtiendo en ofrecer experiencias personalizadas centradas en las y los clientes. Esto es particularmente importante en la región de Latinoamérica, la cual no solo es el segundo mercado de e-commerce de mayor crecimiento en el mundo, sino que las y los consumidores utilizan diversos canales, tanto en línea como en tiendas físicas.
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